Lugar tranquilo rodeado de naturaleza y vistas al valle. Habitaciones con encanto, limpias y cómodas. Piscina perfecta para relajarse. Pequeña cala salvaje a 15 minutos andando. Dueño atento y servicial.

Excelente ubicación en el valle de Liendo, preciosas vistas, decoración e instalaciones, información y recomendaciones del propietario, atención y disposición del dueño Fran, lugar perfecto para visitar Cantabria y el País Vasco.

No hay nada que no me haya gustado.

Mi pareja y yo nos hospedamos en este encantador hostal durante nuestras vacaciones de verano para desconectar. La casa, cuidada con mucho detalle y personalidad, está situada en un entorno espectacular, a solo 5 km de la playa de Laredo. La piscina tiene unas vistas preciosas del valle y pudimos relajarnos en un ambiente tranquilo. Fran, el dueño, fue muy amable y nos recomendó excelentes lugares para comer y cenar. Sin duda, volveríamos a repetir nuestra estancia en Bisabuela Martina.

El alojamiento es una casa rural de ensueño en un paraje natural idílico, al lado de playas, acantilados, montañas verdes, bosques, pueblos con encanto y todos los servicios necesarios para una estancia de 10.

Me sentí como en casa, no tengo ninguna razón para quejarme.

Durante nuestra estancia en Bisabuela Martina, nos hospedamos en la habitación número 8, que, aunque no tenía ventanas y era un poco húmeda, resultó ser perfecta para nuestra familia con niños pequeños. El acceso era cómodo, especialmente con el carro y otros utensilios necesarios.

Hubo algunas pequeñas incidencias que podrían mejorarse. Por ejemplo, al llegar, nos informaron de que la habitación con terraza que habíamos reservado no estaba disponible para una sola noche.

Nos encantó el lugar donde se encuentra, todo lleno de verde con una paz increíble para desconectar. El anfitrión nos cambió a una habitación mejor con balcón y más espacio. La decoración antigua del hotel lo hace especial y acogedor. La piscina estaba en perfectas condiciones. Recomendable. Anfitrión atento con buenas recomendaciones.

Acabo de regresar de unas vacaciones maravillosas en Bisabuela Martina. Me alojé en este encantador hostal durante una semana y fue una experiencia increíble. La ubicación tranquila era perfecta para relajarme y disfrutar de la tranquilidad. La casa tenía una hermosa piscina y un área de hamacas donde pude relajarme al aire libre y disfrutar de un chapuzón refrescante. En invierno, la casa tenía radiadores que mantenían el lugar cálido y acogedor. Las zonas comunes eran encantadoras y las habitaciones eran cómodas y confortables. Por la noche, pude disfrutar de un cielo estrellado, ya que había poca iluminación y contaminación lumínica. Además, cerca del hostal se encuentra una playa salvaje y sin socorristas, que era absolutamente hermosa y valió la pena bajar por unas cuestas empinadas y escaleras para llegar a ella. El anfitrión, Franc, fue extremadamente servicial y nos dio excelentes recomendaciones de lugares turísticos y rincones para visitar. Siempre estuvo disponible para ayudarnos con nuestras dudas a través del teléfono.

De verdad que lo recomiendo.